Belén pensaba que la vida se vivía intensamente. Era algo que le había inculcado su abuela, eso y que, pasara lo que pasara todo se veía mejor tomando una taza de té y haciendo un buen plato de repostería. No es que le gustara mucho la cocina, pero esa enseñanza la tenía tan arraigada dentro de ella, que cada vez que tenía un problema, o algo le hacía dar mas vueltas a la cabeza de lo necesario se iba a su tienda favorita y se preparaba para una buena tarde de té y cocina.
La tienda que tanto le gustaba a Belén se llamaba D´lang. Era una tienda pequeña pero llena de aromas y colores, sabores y texturas. Solo abrir la puerta ya era un placer para los sentidos. El olor de los tés se mezclaba con el chocolate, el café, las especias....Se sirvió uno de los tés que siempre tenían hechos, en la entrada de la tienda, para que los clientes los probaran y se encaminó a elegir el suyo para esa tarde y sus ingredientes para el pastel. Entre las paredes de tonos chocolate y vainilla las latas doradas de los tés relucían, dándole al ambiente un toque de alegría. Mientras sus ojos pasaban por las etiquetas de todos ellos:De fresas y champan, sakura,jardín de la Alhambra, de Caipirinha, luna mágica...Su mente discurria hacía sus problemas...
Estaba en un inpass. Había perdido el trabajo, se había enamorado de alguien al que no quería arriesgarse a perder como amigo y ese descontrol en su vida no iba con su carácter. Tenía que hacer algo.
Había perdido el trabajo, despues de volver de una grave enfermedad, de la que había salido gracias a su fuerza, su familia y un par de amigos, que son los que en realidad contaban cuando algo pasaba, los que se quedaban...Cuando se reincorporó le habían dado la carta de despido, sin más y ahí estaba ella, sin saber donde dirigir su vida.
Sus ojos seguían mirando y, al pasar por unas mezclas especiales para hacer cocktails , se paro a leer los nombres y al ver la mezcla para mojito sonrió. La primera idea para encaminar su vida estaba ya en su mente y ya nada podía pararla.
Cuando uno pasa por momentos duros, muchos de van, pero siempre hay alguien que se queda contigo, que te ayuda, te apoya y te hace reír y ella se estaba acordando de su amigo Fernando. Respiró hondo,cogió la mezcla, un rooibos de fresa, frambuesa y pétalos de rosa que ponía que se llamaba "Rooibos del amor" y que a ella le hacía mucha gracia, porque tenía corazones de azúcar entre medias,cogió también chocolate de cobertura blanca, colorante alimentario rojo, azul, verde y amarillo y una especia que se llamaba cardamomo. Pagó todo y mientras salía por la puerta y en su cara se iba dibujando, poco a poco una sonrisa, marcó un número de teléfono que se sabía como ninguno...
A la media hora estaba en su casa, lo tenía todo planeado. Lo primero era lo primero, comenzaría arreglando los problemas del corazón porque si eso salía bien,siempre sería mejor buscar un trabajo estando feliz y no estando deprimida.
Envolvió la mezcla de mojito en papel de regalo y lo dejó encima de la mesa de la cocina. Luego colocó todo lo necesario para hacer el té en la encimera, pero no lo preparó, parte de su plan consistía en que lo preparara otra persona y, hecho todo esto, se puso a masar la harina para hacer donuts, que era lo que había decidido que haría. Mientras amasaba estaba canturreando "I will survive" una canción que siempre le daba valor.
Ajeno a este ajetreo, Fernando se secaba el sudor de las palmas de las manos en los vaqueros, antes de llamar al timbre de Belén. Le pasaba mucho últimamente, cada vez que iba a verla. Era su mejor amiga, pero algo había cambiado y le costaba mucho disimular delante de ella,pero no quería perder su amistad.
El timbre sonó, Belén se limpió las manos y fue a abrir. Allí estaba Fernando que como siempre le mostraba esa sonrisa suya tan encantadora.
- Hola guapisima. Dijo Fernando.
- Hola bombon. Dijo ella.
Una broma entre ellos dos que cada vez estaba mas cerca de ser verdad.
- Ven para la cocina, que estoy preparando donuts-Le dijo Belén
- Como sabes lo que me gusta...contestó Fernando.
Cuando llegaron a la cocina Belén continuó amasando y le dijo que lo que había en la mesa era para él. Fernando lo abrió y al ver la mezcla de mojito se rió y le dijo a Belén que era única para hacer regalos. Le había encantado, y mas aun que Belén le hiciera un regalo sin venir a cuento, tragando el nudo que se le había hecho en la garganta le preguntó a Belén que iba a hacer con lo del trabajo, ella le contestó que lo estaba pensando, pero que luego se lo contaría...
Había llegado el momento decisivo. Sin dejar de amasar los donut, para que no se viera como le temblaban las manos, le dijo a Fernando que si podía preparar el té. El se levantó a llenar la tetera de agua y a poner las hojas en el filtro, al meter la cuchara para poner la dosis vió un montón de cositas rojas entre las hojas. " ¿ Qué era eso? ¿Eran corazones?"El pulso se le aceleró, pero no podía ser, sería una de las locuras de Belén y ya estaba, pero al levantar la vista para decirle algo gracioso vió que ella no estaba amasando, estaba parada de espaldas a él.
- Belén-La llamó
- Que...
- Date la vuelta. Ella se volvió muy despacio. "Esto que tiene el té son corazones"
- Estooo, si...creo. Dijo ella.
El la miraba muy serio, pero pon dentro estaba saltando de alegria...
- Tienes harina en la cara
- ¿ Dónde? dijo ella. "Genial", pensó " y ahora tengo la cara llena de harina, supersexy, seguro", el ánimo de Belén comenzó a desinflarse.
- Espera, no te toques que te lo vas a restregar más. Le contestó Fernando mientras agarraba un trapo para limpiarle y fue hacia ella pero al acercarse dejo el trapo y mientras le retiraba la harina con la mano le dijo:
- Belén, si hago una cosa ¿ me vas a pegar después?
- Tu eres tonto. Dijo ella.
- Eso lo veremos.
Y con las mismas, la levanto del suelo y le dió el beso que los dos habían estado esperando. Mientras, de fondo, se oía el silbido de una tetera que indicaba que ya estaba el agua caliente. El agua y algo más...
