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martes, 15 de enero de 2013

El Álamo, D´lang y unos buenos Gintonics.

Este fin de semana hemos estado de viaje por la provincia de Jaén y como nos pillaba de paso nos decidimos por pasar a visitar a los chicos del Restaurante el Álamo de Bailén.
     En su día, cuando organizamos la Master Class de gintonic en Ciudad Real cerraron su local para poder asistir y como no, merecían una visita.
     He estado pensando si podría decir todo lo que pienso sin que por ello siente mal a nadie, pero los que ya me conozcan sabrán que al final lo voy a decir así que, aquí va mi crónica...

     Cuando uno coge la desviación de la antigua carretera de Madrid entrando desde Linares, sobre todo si es de noche como nos pasó a nosotros, y avanza unos metros sin encontrar ningún edificio impactante que nos señale donde está "el Álamo" empieza a pensar que se ha equivocado de camino. De repente, a la derecha, aparece un edificio y el primer pensamiento tras haber oído hablar mucho de El Álamo es: "pues parece un bar normal, será de verdad lo bueno que dicen" y lo de bar normal me toca explicarlo, lo de normal lo digo porque no tiene grandes carteles de Neón anunciando donde están, como les pasa a otros restaurantes de la zona, ni tiene grandes estatuas o adornos en el aparcamiento...
     El Álamo, PARECE un "bar normal" porque antiguamente era un gran bar de carretera, servía infinidad de comidas a toda la gente que recorría las carreteras de Jaén y tenía muy buena comida casera, que es lo que se busca cuando uno está lejos de casa y lleva unos cuantos kilómetros a la espalda.
     Pero claro, bien sabemos en la actualidad que las grandes cosas no son las mejores, que las lentejuelas nos pueden nublar la vista, que lo mejor hay que demostrarlo y que lo mejor es lo que encuentras porque te lo recomiendan, no porque tiene grandes carteles que lo anuncien...
 
     El caso es que entramos a cenar. En la puerta nos estaba esperando José Antonio, uno de los hermanos que actualmente dirige el negocio, también salió a saludarnos el cocinero, que para quien no lo sepa aun es la otra parte del dúo.
     Entramos en el salón y nos pusieron en un rincón muy acogedor desde el cual se veía todo la estancia y sobre todo una pantalla de proyector en la que iban saliendo videos sobre la elaboración de cada uno de los platos que ofrecen a sus clientes. Ahí es donde empezaron a ponernos los dientes largos...
     En el Álamo cocinan en unos hornos maravillosos donde la comida que sacan sabe a gloria y no precisamente solo por los hornos ( hay quien tienen el mejor horno del mundo pero tiene unas manos...que como decía mi abuela, aunque se las comiera un gorrino...)
     La verdad es que no sabíamos que pedir porque de la carta nos gustaba todo, asi que dejamos que José Antonio nos aconsejara, que es lo que se debe hacer cuando te gusta todo y si el jefe de sala es eso UN JEFE DE SALA, sabrá deleitarnos con lo mejor del lugar y nos iremos contentos, en lo cual debo puntuar a José Antonio con la nota mas alta.
     Para no aburrir y hacer salivar al personal solamente contaré que la ensalada estaba buenísima, que los mejillones eran mejores, que el lomo en pan de chapata tostadito se deshacía y que la carne final, para mi, que me gusta casi mugiendo, y para mis acompañantes, que era al contrario, estuvo para cada uno en su punto y deliciosa.
     Y un lugar así, no se hace solo por la comida, sino por los detalle y para muestra un botón:

Nos personalizaron el plato, que parece una tontería pero que como digo, los detalles hacen al sitio.

Para finalizar nos pusieron de postre un brownie al que solo nos falto comernos el plato, cremoso, en la cantidad justa, para que ni nos quedáramos con ganas de mas, ni nos faltase...


     Y que es lo que se puede tomar para finalizar que sea mas digestivo que un GINTONIC...





Y aquí, queridos lectores, me dirijo directamente a mi amigo Jose Antonio, espero que me permita el honor de llamarle amigo, simplemente para decirle que la elaboración y el sabor estaban perfectos, que por supuesto, si tuviéramos delante un jurado de concurso a lo mejor no nos habían puesto un diez o a lo mejor si (quién sabe), pero que en la vida, el mejor jurado es el cliente y somos muchos los que tenemos que decir ¡CHAPEAU! a este restaurante, ¡CHAPEAU! a sus propietarios y ¡CHAPEAU! a su comida y sus Gintonics.



GRACIAS AMIGOS



2 comentarios:

  1. Muchas gracias amigos del Alamo por representarnos con nuestras chapitas, pronto seréis para quitarse el sombrero.

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  2. Gracias a vosotros por buenos Maestros y seguiremos aprendiendo e investigando para no defraudaros... Llevar vuestro logo supone una responsabilidad extra q sobrellevamos con trabajo y dedicacion

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